Artículo originalmente publicado en Las Provincias con el título «El Valencia de Celades coge personalidad»
Pues yo creo que la culpa de que Rodrigo no jugase ayer contra el Atlético la tiene el propio jugador. Aunque bajo mi punto de vista, su no participación en feudo atlético era casi segura. Pensemos. Tocado como para no salir de principio en el compromiso internacional en Suecia y lo suficientemente tocado como para, seguramente tampoco, poder ser de la partida en Madrid. Sin embargo, jugó casi media hora en la segunda mitad. Si no estás, no estás, y si jugó fue porque el seleccionador le preguntó y él respondió «Sí, para un ratito estoy». Lo que iba a prolongar, seguro, su tiempo de baja, o más bien no iba a restar tiempo de recuperación, que le hacía no poder llegar para el Wanda, algo que parecía absolutamente asegurado.
Con las bajas de Rodrigo y de Guedes, quizá el mejor sustituto del hispano brasileño en esa posición, Celades debía recomponer y elegir once inicial, jugadores, sistema e intenciones. Se enfrentaba a un Atlético de Madrid que todavía no ha alcanzado su verdadero nivel, el que podría realmente dar, y al que le cuesta ganar. Peor de lo esperado.
Celades confirmó en su alineación que, con Parejo, Coquelin y Kondogbia disponibles no va a renunciar al 1-4-3-3 que le permite tener a estos tres futbolistas sobre el terreno de juego. Aunque esta vez la diferencia residía en que Rodrigo no desplazaría su posición a la derecha en ataque, ya que no era de la partida. Ferrán haría esta función y Cherischev la desarrollaría por banda izquierda. El Valencia realizó una aceptable primera mitad. Jugó bastante tiempo en campo contrario, y tuvo sus oportunidades para marcar. Es cierto que el Atlético tampoco defraudó y sus momentos de protagonismo incluso le permitieron gozar de ocasiones más claras. El penalti ingenuo de Cherischev desequilibró en el marcador una primera mitad que pareció más equilibrada en el resto de aspectos futbolísticos. La diferencia no era grande y esperábamos que el Valencia compitiera igual e incluso mejor en la segunda mitad. Y desde luego que la compitió. Muy bien el Valencia en esta segunda mitad, creo que, hasta los aficionados más puristas, defensores del repliegue y contragolpe, disfrutaron ayer tarde del juego y la forma en la que los valencianistas empataron y casi se llevaron la victoria. Con el sistema inicial fue absolutamente superior a un Atlético que, como casi siempre, se encerró defendiendo la ventaja. Tras el cambio al 1-4-4-2, y la lesión de Joao Félix, todavía inclinó más la balanza a su favor. Parejo marcó el del empate, magistral lanzamiento de libre directo, y bien pudo lograr el segundo, solucionado su disparo con parada antológica del meta local. Se trata de eso señores, el Valencia de Celades va cogiendo personalidad propia, apuesta mucho más arriesgada que en la etapa de Marcelino, pero mucho más vistosa. Será muy criticado cuando pierda pero planteará los partidos bajo la correspondencia del modelo de juego con la calidad de los futbolistas que componen su plantilla. Si lo va logrando disfrutaremos, teniendo en cuenta que no todos los rivales, ni todos los campos, son iguales.